Ya volví de mi aventura, no me maté descendiendo vertiginosamente de las cumbres gallegas y tampoco explote al intentar subir el O´cebreiro o la Cruz de Hierro, aunque casi me traga el barro en algún sendero perdido de la mano de Dios.
Si queréis leer que tal me fue podéis hacerlo aquí:
Un saludo grande.