miércoles, 4 de febrero de 2009

Profesiones frustradas 2ºParte: Dibujante



¿Que niño no ha intentado alguna vez dibujar a su personaje favorito ataviado con un lápiz y millones de toneladas de ilusión?

Yo no podía ser menos y también dedique momentos al arte de la pintura, aún recuerdo una tarde en la que se me ocurrió pintar a los entrañables hermanos Zipi y Zape, que será ahora de ellos?


Pues me dispuse en mi escritorio con un lápiz, platidecor y una goma, tengo que decir que para pintar la cabeza del primero de los hermanos pude tardar unas 2 horas o por lo menos a mi me lo parecieron y el resultado fue.... bueno fue y punto, no tengo una traza limpia por así decirlo. Para el resto del cuerpo y el hermano tardé mucho menos y ya podéis imaginar que es lo que pasó, el nuevo engendro parecía el hermano de los malos de los Goonies y el cuerpo de otro tenia síntomas de carecer de muchos de los huesos que sustentan a un hombre.

Pero ahí no acabó mi intento, me hice la falsa idea de que con color estarían mucho mejor y nada allí fui yo con mis plastidecor a solucionar los problemas óseos de mis dos engendros. Varios minutos después descubrí que el anuncio de los plastidecor es falso, ¡UNA LECHE SE PUEDEN BORRAR! no hay forma de borrar lo que se pinta con plastidecor, es imposible, mi pulso y finura de escritura hicieron que el color saliera a borbotones por todos los costados de mis figuras y cuando quise reparar el estropicio fue un quiero y no puedo.

Desde aquel día me di cuenta que jamás trabajaría para WaltDisney dibujando al pato Donald o en cualquier periódico ironizando sobre la actualizad del momento.

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