lunes, 14 de diciembre de 2009

Contra la violencia de cualquier tipo

Siempre me he considerado una persona no violenta, es más, he intentado sacar de mi vida cualquier tipo de violencia, intento que se queda en eso pues es parte del ser humano.
Quien no grita de vez en cuando o realiza algún desaire, a pesar de que gente como Ghandi, que defendieron la no violencia y la paz, rechazaran cualquier acto que se aproximara a la agresividad, o eso cuentan.
Hoy día la violencia llega desde todos los rincones, cualquier vecino te llama la atención mientras se pelea con su conyugue o su prole, el futbol ya sea en el propio estadio o en frente del televisor, y como olvidar a los conductores en cualquier cruce, semáforo, etc.
La política es otro espacio que recibe pruebas de violencia, entre políticos o entre simpatizantes de partidos contrarios, las malas palabras y el contacto físico está a la orden del día y hay quien expresa que cada día más.
Un claro ejemplo lo tenemos en la agresión sufrida por el presidente italiano Berlusconi. Es cierto que es un mafioso que controla los medios de comunicación, asiduo visitante de meretrices y otro sin fin de actividades desconocidas y posiblemente ilegales. Un hombre así que ahora mismo es defendido, y con razón, ante una agresión que hace perder la dignidad de un personaje público.

Pero es verdad que el ser humano además de violento también tiene mucho de vengativo y de regocijarse con el mal ajeno.

En definitiva, demostramos que el ser humano por mucho que lo intente cae bajo esos instintos de los que hablamos, incluso a mi me pasa.

Nadie merece ser agredido...

...pero a Berlusconi hacia falta que alguien le partiera la cara.

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