Para ser más exactos hoy nos referiremos a los vestuarios, las instalaciones donde uno se da cuenta que le gustaría estar en la sección contraria, osea en la femenina si eres hombre y en la masculina si eres mujer.
Es uno de los pocos sitios donde los homosexuales no cambiarían nada, para ellos eso debe ser "JAUJA". (esto debe venir de los romanos que eran muy propensos a las relaciones entre los del mismo sexo)
Pero ese no es el tema del que os iba a hablar, mi tema es mucho mas inquietante, lo podríamos titular: "La taquilla perdida"
Se divide en dos partes:
1º Encontrar taquilla: Siempre cuando tu llegas al gimnasio, sea la hora que sea, no hay taquillas libres y tienes que esperar a que alguien que se esté cambiando termine para ocupar su lugar.
2º Encontrar tu taquilla: Cuando llegas de hacer ejercicio, to colorao, sudando, con las piernas temblando y oliendo a zorruno, resulta que tu candado de taquilla es como el resto de 200 candados que hay en el vestuario y por supuesto no has memorizado el lugar donde has estado 10 minutos esperando a que un buen hombre se ponga los gallumbos.
¿que hacer?
Muy sencillo, maldecir, no sirve de nada pero desahoga y ponerte como un "Horatio" el de CSI a ver candado por candado.
